Alrededor de 300 jóvenes (entre 200 y 500, según fuentes) se manifestaron con cacerolas y tambores ayer por la noche en la Plaza Sant Jaume para protestar por la dificultad de acceso a la vivienda.
La cacerolada se producía sólo unos días después del polémico uso del kubotán -arma no reglamentaria- por parte de los mossos para disolver una manifestación. No obstante, en esta ocasión no hubo incidentes.
La ruidosa marcha fue cortada por las fuerzas de seguridad, que argumentaron que no contaba con los permisos necesarios, y se desvió hacia la Rambla para terminar frente al Liceo.
Texto y foto: Javier Bernal
La cacerolada se producía sólo unos días después del polémico uso del kubotán -arma no reglamentaria- por parte de los mossos para disolver una manifestación. No obstante, en esta ocasión no hubo incidentes.
La ruidosa marcha fue cortada por las fuerzas de seguridad, que argumentaron que no contaba con los permisos necesarios, y se desvió hacia la Rambla para terminar frente al Liceo.
Texto y foto: Javier Bernal
